Instituciones Penitenciarias desvincula la muerte del funcionario de Teixeiro (La Coruña) de la revuelta en la prisión




Considera "lógicos" episodios violentos como el de ayer en la cárcel coruñesa porque se trata de presos "conflictivos"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias desvinculó hoy la muerte del jefe de servicios del turno de noche de la prisión de Teixeiro (La Coruña) de la revuelta sucedida ayer en el módulo de aislamiento y lo atribuyó a una "circunstancia muy desgraciada".

Según indicaron fuentes de Instituciones Penitenciarias a Europa Press, el funcionario fallecido, de unos 60 años de edad, tenía antecedentes cardiovasculares y explicaron que, cuando sufrió el infarto, fue atendido en la enfermería de la prisión, "donde no pudieron hacer nada por salvar su vida".

La revuelta en la prisión comenzó sobre las 20.30 horas de ayer en el módulo de aislamiento en el que se encuentran los presos "más conflictivos y violentos", cuando tres de los internos de esa sección se autolesionaron con pequeños cortes "sin mayor gravedad", informaron fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Posteriormente, cuando entró a trabajar el turno de noche de funcionarios, seis de los internos del mismo modo se provocaron cortes y "subió el tono", destrozando mobiliario de sus celdas.
El jefe de servicios de noche, que se encontraba controlando a los funcionarios que, en ese momento, estaban en el módulo conflictivo, sufrió un infarto y falleció posteriormente, sin que el personal de la enfermería de la cárcel pudiera hacer nada por su vida.


NO MASIFICACIÓN

Son unos cínicos y no tienen vergüenza manipulan la información ¿Dónde dicen que no hay masificación? Las mismas fuentes puntualizaron a Europa Press, para rebatir lo denunciado por el sindicato CSI-CSIF, que no hay masificación en el módulo de aislamiento de la prisión coruñesa porque "sólo tiene 30 internos" en las 35 celdas individuales con las que cuenta el penal.

No obstante, Instituciones Penitenciarias admitió que se trata de presos "conflictivos y violentos" por lo que consideró "lógico" este tipo de comportamiento violento, como el registrado ayer en la cárcel de Teixeiro.

Ante la denuncia de falta de funcionarios en las prisiones por parte de los sindicatos, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias rechazó entrar en "confrontación" con las centrales sindicales y recordó que "cada año" hay una oferta pública de empleo.

La Razón

La prisión de las mil y una revueltas

- Un empleado de la cárcel coruñesa de Teixeiro fallece de un infarto en medio de una violenta refriega de los presos más peligrosos - Los sindicatos denuncian que cada semana se registran uno o dos altercados

R. L. Vargas

Madrid- La prisión de Teixeiro (La Coruña) no es lo que se dice un remanso de paz. El pasado año se registraron 75 incidentes -tres de ellos graves-, cantidad que supera la suma de todos los percances ocurridos en el resto de centros penitenciarios gallegos. En las refriegas perdieron la vida dos internos. Este año, por el momento sólo ha perdido la vida un recluso, aunque no hay semana en la que no haya uno o dos incidentes de cierta gravedad. Uno de estos altercados ha sido, precisamente, el que se ha llevado por delante a un funcionario del centro, el jefe de servicios del turno de noche, que falleció de un infarto la noche del domingo mientras trataba de sofocar una violenta revuelta en el módulo de aislamiento, donde cumplen condena los delincuentes más peligrosos.

El robo de una varilla metálica de una cisterna fue el detonante de los altercados. La «desaparición» del objeto disparó todas las alarmas, pues hace un mes el interno que acabó con la vida de su compañero de módulo trató de matarle empleando para ello un «pincho» que se había fabricado con el refuerzo metálico de unos zapatos. Al no conseguirlo, acabó con él a golpes, pero el precedente era más que preocupante como para dejar pasar el robo.

Según explicaron fuentes de la prisión, en el momento en que se tuvo conocimiento de la sustracción de la varilla se intensificaron los cacheos a los presos y los registros de sus celdas en busca de la misma, que todavía no ha sido localizada. Tanto control no sentó bien a los internos y estalló la revuelta. Sobre las ocho y media de la tarde del domingo, varios presos del módulo de aislamiento del centro -tres, según Instituciones Penitenciarias, siete, según el sindicato CSI-CSIF- comenzaron a autolesionarse profiriendo todo tipo de amenazas contra el personal del centro. Fuentes del centro explicaron que el subdirector tenía previsto reunirse con ellos para hablar del asunto de los cacheos y los registros y que, al no llegar a celebrarse el encuentro, estalló la revuelta.

Calma aparente. El incidente no parecía destinado a ir a mayores, pues después de curar a los heridos en la enfermería del centro todo volvió a la calma, aunque sólo de modo aparente. Entre las diez y media y las once de la noche, sin embargo, la situación estalló. Siete de los internos del módulo retomaron la protesta de un modo más violento, destrozando el mobiliario de sus celdas e hiriéndose algunos de cierta consideración, hasta el punto de que uno de ellos, según fuente del sindicato Acaip, tuvo que ser trasladado al hospital de La Coruña con importantes cortes en el cuello.

«Tenían objetos punzantes y algunos nos amenazaron con su propia sangre, sabedores de que habría muchas reticencias para acercarse a ellos por el miedo a contraer alguna enfermedad», explica uno de los funcionarios que se vieron envueltos en los disturbios.

El momento en el que los altercado se recrudecieron es en el que menos funcionarios hay en el centro, catorce, por tratarse del turno de noche, lo que convirtió la situación en ingobernable para los vigilantes en pocos minutos. Fue en ese instante, en el que la situación adquirió un peligroso cariz, cuando el jefe de servicio, de 60 años de edad y con antecedentes por problemas cardiovasculares, sufrió el infarto que acabó con su vida, pese a la atención que le prestaron en la clínica de la prisión. Sólo gracias al auxilio ofrecido por una docena de funcionarios que se encontraban libres de servicio y que acudieron a la prisión se pudo restablecer la situación. Accidente desgraciado. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias desvinculó la muerte del jefe de servicios del turno de noche de la revuelta y lo atribuyó tan sólo a una «circunstancia muy desgraciada». No lo ven igual, sin embargo, las centrales sindicales.
Para el CSI-CSIF, hechos como estos «están motivados por la masificación y falta de personal que estamos padeciendo en las prisiones españolas», mientas que Acaip atribuyó el aumento de la conflictividad en el centro a la política del actual subdirector de Seguridad del centro dada su «pésima gestión». La central, de hecho, advirtió de que si no se modifica la política de este departamento, «no descartamos que la convivencia continúe deteriorándose y tengamos que lamentar alguna situación similar de igual gravedad», por lo que va a solicitar de manera urgente que se destituya a este subdirector.

La voz de Galicia

Un sindicato denuncia la masificación de la prisión coruñesa



Desde el sindicato CSI-CSIF denunciaron ayer la masificación que existe en la cárcel de Teixeiro. Aseguraron que en esta penitenciaria se encuentran en estos momentos recluidos alrededor de 1.360 reos.

Estas mismas fuentes criticaron que por las noches tan sólo atienden a la población reclusa entre 13 y 15 funcionarios: «Un trabajador se tiene que responsabilizar de, al menos dos módulos. Un funcionario, a veces dos, se hace cargo de la vigilancia de la torre de control. Además, en los turnos nocturnos trabaja un jefe de seguridad y un jefe de incidencias.

Para los responsables del CSI-CSIF, el problema en Teixeiro y en las otras cuatro cárceles gallegas se incrementará durante los próximos meses «como no se refuerce la plantilla».

LA VOZ DE GALICIA

ANÁLISIS
Desde el año 2000 se produjeron seis muertes violentas en los penales gallegos





Desde el año 2000 y hasta hoy se han confirmado seis muertes por agresión en las cárceles gallegas. El último caso se produjo el pasado 24 de mayo, cuando el asturiano Juan Ignacio Lamas Fernández, de 35 años y condenado a 17 años de prisión por homicidio y pendiente de otra sentencia por asesinato, mató al preso R.?P.?A.?O., de 37 años en el centro penitenciario de Teixeiro


Además, los datos manejados por el Ministerio del interior y por sindicatos como CSI-CSIF sobre la situación penitenciaria apuntan en una misma dirección: El año pasado se disparó la conflictividad en la práctica totalidad de las cinco cárceles de Galicia. Las estadísticas demuestran que la situación más grave es la que se está produciendo en la penitenciaría coruñesa de Teixeiro.


Durante el pasado ejercicio, los incidentes en el penal de Teixeiro sumaron 75, es decir superaron la suma total de los sucesos ocurridos en el resto de las prisiones ubicadas en la comunidad autónoma gallega.

Para los sindicatos, este problema tiene una explicación muy concreta: «La población reclusa que habita en nuestras prisiones tienen muchos problemas de adaptación», señaló un responsable del sindicato CSI-CSIF. Si bien es cierto, denuncia esta fuente, la cárcel coruñesa «es la segunda a nivel nacional que acoge mayor número de presos condenados clasificados en primer grado de tratamiento», o lo que es lo mismo, en este grupo se encuadran «terroristas, importantes narcotraficantes, internos mafiosos y reclusos que no son capaces de adaptarse a la falta de libertad». Desde esta central sindical también denuncian la «exagerada masificación» de las prisiones gallegas. En Galicia hay un total de presos de 4.1885. La tasa de hacinamiento de internos, a 5 de mayo de 2006, en todas las cárceles españolas alcanza el 169,60 por ciento, más de 54.000 reclusos para 31.922 plazas. En Teixeiro este índice casi alcanza el 136 por ciento al tener un censo de 1.367 presos, mientras que en A Lama llega al 145 por ciento, con 1.464 reos.

DESORDEN COLECTIVO EN EL MÓDULO DE AISLAMIENTO DEL CENTRO PENITENCIARIO DE TEIXEIRO-(LA CORUÑA) EL DOMINGO DÍA 16 DE JULIO, CON RESULTADO DEL FALLECIMIENTO DEL JEFE DE SERVICIOS DEL TURNO DE NOCHE.



A la hora de la cena un total de 7 internos de los nueve en régimen cerrado (modalidad art. 91.3-internos extremadamente peligrosos) destinados en una Galería del Módulo de Aislamiento comenzaron a autolesionarse, profiriendo todo tipo de insultos y amenazas contra el personal de servicio. Fueron atendidos en la Enfermería del Centro.

Sobre las 10,30 horas y con la intención de lograr el apoyo de la totalidad de internos del Módulo, repitieron las autolesiones negándose a ser curados, continuando los insultos, amenazas, aporreo de puertas…

Personado el Subdirector de Seguridad (mando de incidencias) recabó el auxilio de funcionarios que se encontraban libres de servicio –acudiendo 12-, restableciéndose el orden, siendo curados de nuevo los internos en la Enfermería, excepto uno que precisó ingreso hospitalario por un corte que se produjo en el cuello y distribuidos en otros Módulos.

En plena virulencia del conflicto, sobre las 23 horas, el Jefe de Servicios del turno de noche falleció víctima de una parada cardiaca, siendo inútiles los esfuerzos para recuperarle.

En el día de hoy la situación está controlada, a la espera de que se produzca algún traslado de los más directamente implicados.



Hechos como los anteriormente reseñados, están motivados por la masificación y falta de personal que estamos padeciendo en las prisiones españolas. Algo que desde CSI-CSIF hemos denunciado en multitud de ocasiones.


El tratamiento que se puede dar a los internos es mínimo, estamos pasando de un sistema penitenciario moderno y tratamental, a un sistema penitenciario regimental, en el que se prima la masificación y la falta de tratamiento que reconduzca la conducta de los interno hacia la socialización.

¡ Igualdad con Cataluña !

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