“Desde la barrera se ven mejor los toros, o eso
pensaban aquellos incautos antes de que saltara al
tendido”.


Empiezo este escrito con esta frase, por lo explicativa que
resulta a la hora de intentar aclarar algunas cuestiones sobre la
realidad penitenciaria actual.

Resulta que se prepara un pacto entre dos, luego lo asumen cinco
y se piensan que ya está. La administración, bajo el paraguas
protector de lo firmado, se saca de la manga y propone a bombo
y platillo el plan de construcción de nuevos centros
penitenciarios, pero se olvida de que para que funcionen hace
falta personal, unos 2.000 nuevos trabajadores. No importa, si el
MAP sólo aprueba 800 efectivos de vigilancia, ya nos apañaremos.
Mientras tanto el panorama sigue siendo desalentador, tenemos
más de 61 mil internos (con los internos de las prisiones
catalanas) para unos 22 mil trabajadores (funcionarios y
laborales) la masificación es un factor que produce inoperancia:

• No se puede aplicar el tratamiento penitenciario de forma
correcta, acarreando una quiebra en la reinserción social
del penado.


• El clima de interior se enrarece, se producen o aumentan
las agresiones a los trabajadores.

La subida económica no sirva para paliar estos problemas, ni tan
siquiera nos resuelve la pérdida de poder adquisitivo que venimos
sufriendo desde hace años. No nos engañemos al pensar que unos
euros de más nos permitirá afrontar este trabajo de otra forma.

Otro dato para detenerse es La Salud Laboral, no existe una
política preventiva seria, La Subdirección General de Personal no
se aclara, el actual servicio de prevención no sirva para nada, no
elaboran ni presentan datos de ningún tipo; no sabemos que
número de accidentes laborales hay, ni que tipo de mapa de
riesgos tenemos, el último reconocimiento médico sólo lo han
hecho 8.000 trabajadores, menos de la mitad de los efectivos y
con numerosas quejas en cuanto a su realización. Los Comités de
Seguridad y Salud no funcionan, ni tan siquiera se reúnen con la
periodicidad reglamentaria (cada tres meses). Como dato
comparativo podemos decir que la Policía acaba de aprobar su
normativa especifica de prevención de riesgos laborales.
La política de nombramientos de nuevos directores no ha sido
muy afortunada, tras la metedura de pata de alguno de ellos, la
DGIP ha ordenado que no realicen declaraciones a medios de
comunicación. Se pretende que todos sean del grupo A,
menospreciando a los de especial (grupo B) siendo estos los que
más experiencia pueden aportar del medio penitenciario.


No tenemos un compromiso serio de crear una carrera
administrativa seria y con visos de futuro, esto crea mal estar
en el colectivo e incertidumbre que acarrea, en muchas
ocasiones, patologías psíquicas serias (burnaut).

Se nos castiga con el nivel 15, mientras a la Policía se le premia
con dos más, teniendo mayor titulación y preparación.

La jubilación anticipada es una quimera, los grupos de trabajo
del pacto, que tanto se felicitaban, no han sacado ninguna
conclusión. No digamos de la segunda actividad, hoy por hoy lo
que tenemos es el Decreto inoperante de Asignación de Puestos
que más que segunda actividad parece que pides una limosna
después de años de servicio en interior.

La actual clasificación de los centros está obsoleta, los criterios
que se aplicaron, en su día, no sirven hoy para nada. Los centros
están masificados, la RPT no está acorde con esta situación. No
podemos decir que en una prisión 1.1 se trabaje más que en otras
de categoría inferior.

Todo lo anterior no es fruto de un mes ni de dos, lo venimos
padeciendo años y los sindicatos lo saben pero les da igual. Los
firmantes del pacto y los últimos que se han adherido están en
una guerra abierta por su afán de protagonismo, dando una
imagen de poca seriedad. Se piensan que el toro no les cogerá en


la situación “cómoda” en que se encuentran, pero el toro es real,
se palpa, el toro es todo lo que he comentado anteriormente y
que podemos resumir en los siguientes puntos:

1. carrera administrativa

2. jubilación

3. segunda actividad

4. salud laboral

5. subida de niveles

6. RPT

7. masificación